NOS VISITA... OTIS AMOT
El invitado de hoy puede aparecer desde tres pintorescos espacios geográficos: Pudiera llegar desde los Grandes Lagos que humedecen al estado de Michigan...Los picos nevados de la cordillera Wasatch que bordea una parte de Salt Lake City, capital del estado de Utah, observaron alguna vez al joven guatemalteco que llegaba cargado de energías y de pelos en su cabeza, que no siempre fue el enigmático alopécico que adorna esta semblanza. Sin embargo, sé muy bien que él quisiera sorprendernos arribando, no desde los Estados Unidos, sino desde su natal y caluroso Puerto Barrios en la costa caribeña de su querida Guatemala —donde, según él, desea esperar a la inevitable Parca.
Su nombre real es Tomás Duque, pero en los círculos literarios donde transcurre es conocido como Tommy o Tom Duque. También ha empleado el seudónimo Otis Amot —que es mi preferido porque es "Tomasito" leído al revés y así quedo bien tanto con sus admiradores latinos como por los usuarios de la lengua de Shakespeare que aprecian su poesía.
Hoy sólo expondré una muestra de la lírica de éste fantástico poeta porque seguramente volveremos a él para disfrutar alguno de sus poemas escritos originalmente en inglés con su traducción al español (aún no decido si será una traducción propia del poeta o de quien esto escribe. Otis me dice que, en su calidad de autor, sus traducciones son mejores que las mías y —ya ustedes lo sospechan— yo no estoy de acuerdo con eso, jejeje... Tal vez, cuando llegue el momento, exponemos a vuestras consideraciones ambas traducciones)
Lo que no está en dudas, apreciados amigos, es que yo quiero mucho a éste tipo... Y fíjense si es así que en mi pequeño ensayo didáctico «Invitación al soneto» —que ustedes pueden leer en mi blog: https://poexegesisalejandro.blogspot.com— no tuve reparos —Otis lo merece— en buscarle un lugarcito junto a Heredia, Darío y Vallejo...
Pero basta de charla y disfrutemos de este poema de Otis Amot... Es un trabajo pequeño —una de las virtudes de la poesía es su síntesis para expresar grandes ideas o sacudir sensibilidades— y abarcador y verán que unos términos que parecen antónimos, Otis los convierte en sinónimos gracias a su maestría... De pasada les digo que Tomás Duque es un consumado conocedor de las técnicas poéticas que la tradición ha consolidado.
PRIMER BESO.
Ojos negros bellos.
Boca roja.
Diecisiete años.
Cara helada pálida.
Amor verde.
Trece años.
Sudor precoz.
Besos húmedos
En labios secos.
Tierra movediza.
Piernas temblorosas.
Espirales de euforia.
Clara noche de luna llena.
¡Mañana contaré la historia!
Es todo por hoy... ¡Nos vemos pronto!
