DANA ERÓTICA...
DANA ERÓTICA...
Poesía Erótica... No me gustan las clasificaciones de la poesía y al ritmo que vamos no sabemos adónde iremos a parar: poesía para niños, poesía juvenil o para adolescentes, poesía política, poesía filosófica, poesía social, poesía erótica... Y no se detiene ahí: cada clasificación posee su —¿cómo decir?— especie o subclase. En tales recovecos pronto estaremos hablando de poesía reguetonística, poesía pornográfica, poesía, poesía, poesía... Tal vez yo esté medio atrasadito y ya existan esas denominaciones.
Al indagar en esas clasificaciones y al separar en todas ellas la verdadera poesía de los intentos poéticos, desechos, seudo poesía, hojarasca y basura... nos percatamos que sólo queda validado lo que he dado en nombrar "poesía alejada de líricas intrascendentes" y en esa única categoría que acepto para la verdadera poesía es donde pretendo intimar con mis lectores: venga esa poesía de Don Francisco de Quevedo y Villegas o de la joven y absolutamente desconocida poetisa que les propongo hoy.
Ahora bien... No me malinterpreten: ciertas clasificaciones son imprescindibles para el estudio de la poesía — y aquí voy de nuevo— alejada de líricas intrascendentes. Recordemos que muchos de los grandes poetas que hoy podemos denominar clásicos se desplazaron exitosamente por muchas de esas clasificaciones.
Las redes sociales están sobresaturadas de alguna mal llamada "poesía erótica"... Y digo mal llamada porque muchos de esos "poemas" se balancean en la cuerda floja del texto pornográfico ligero o, en los mejores casos, apelan a las sensaciones en detrimento de los sentimientos. Pero, seamos justos, en ocasiones aparecen joyitas poéticas en ese barrizal... Y para demostrarlo les presento a Dana R. Reyes, una joven arquitecta alejada de las técnicas básicas del Arte Poético, pero bien dotada de lecturas dirigidas al cultivo de una cultura adecuada.
Y cómo parece que la introducción —por excesivamente larga— se me fue de las manos aquí viene la primera muestra:
INMEDIATEZ.
La quemadura exacta por el roce de tus manos
desató la inmediatez en mi cintura...
Me llovió tu boca —sin culpas
ni silencios—
y la piel se nos tornó verso.
Ahí está: el chispazo erótico... de la mano del sentimiento... La sensibilidad a flor de piel con ese extraordinario último verso.
¿Y qué me dicen de la economía de recursos para decir tanto en tan pocas palabras?
Esta chica también posee inquietudes plásticas —dibujos y acrílico sobre diversas superficies— y ya mencionamos que es arquitecta... Y la arquitectura —algunos pretenden quitarle esa condición — también es un arte: ¿posee mucho de técnica? Sí... La poesía también...
Dana puede ser pragmática y dirigirse también sólo al deseo físico (o sexual, no sea que alguien quiera etiquetarme de puritano)... Sin embargo lean este disparo de erotismo y luego reflexionen si podemos creerle:
NO TE QUIERO.
No te quiero...
Sería una mentira tonta, hueca.
Te deseo:
En el clandestino rumor de mis cascadas
envidio al aire que se mezcla con tu aliento.
No quiero ser tu sueño,
ni tu almohada:
Sólo un soplo de locura
revoloteando en tus ganas...
Y es todo por hoy... Les dejo una imagen de la poetisa y de una de sus obras plásticas: Acrílico sobre cartulina de la serie «Mi nariz».
